jueves, 18 de noviembre de 2010
La Santa Sede y representantes chiíes hablan de libertad religiosa
Nota final del encuentro entre católicos y musulmanes en Irán
TEHERÁN/CIUDAD DEL VATICANO, martes 16 de noviembre de 2010 (ZENIT.org).- La libertad religiosa ha sido uno de los temas clave de la 7ª reunión conjunta entre el Consejo Pontificio para el Diálogo Interreligioso y el Centro para el Dialogo Interreligioso del Islamic Culture and Relations Organisation, con el tema “Religión y sociedad: perspectivas cristianas y musulmanas”, que terminó el pasado 11 de octubre en Teherán.
Así lo confirma una nota hecha pública hoy por la Santa Sede, en la que entre otras conclusiones, ambas instituciones afirman que “la fe, por su propia naturaleza, exige la libertad. Por ello la libertad religiosa, como derecho intrínseco a la dignidad humana, debe ser siempre respetada por los individuos, por los agentes sociales y por el Estado”.
“En la aplicación de este principio fundamental deberá tomarse en consideración el trasfondo histórico-cultural de toda sociedad que no esté en contradicción con la dignidad humana”, prosigue la nota.
Esta importante reunión mantenida en la capital de Irán estaba presidida conjuntamente por el presidente de la Organización para la Cultura y las Relaciones Islámicas, doctor Mohammad Baqer Khorramshad, y por el cardenal Jean-Louis Tauran, presidente del Consejo Pontificio para el Diálogo Interreligioso.
El cardenal Tauran, aprovechando la estancia en Teherán, fue recibido por el presidente del país, Mahmoud Ahmadinejad, a quien entregó una carta del propio Papa Benedicto XVI, en la que el Pontífice subrayaba la importancia del diálogo interreligioso para la paz en la región.
En la nota final del encuentro, católicos y musulmanes chiíes concuerdan que las diversas comunidades religiosas, “sobre la base de su fe en Dios, tienen un papel específico que llevar a cabo en la sociedad, sobre un plano de paridad con los demás ciudadanos”.
Ambos grupos participantes subrayaron “el clima amistoso del encuentro, reconociendo las semejanzas y respetando las legítimas diferencias”.
La religión, afirma la nota, “tiene una dimensión social intrínseca que el Estado tiene la obligación de respetar; por ello, también en interés de la sociedad, la religión no puede ser confinada a la esfera privada”.
“Es necesario que cristianos y musulmanes, como también a todos los creyentes y las personas de buena voluntad, cooperen en responder a los desafíos actuales promoviendo los valores morales, la justicia, la paz, y defendiendo la familia, el medio ambiente y los recursos naturales”.
También es importante, concuerdan ambos, que “la educación de las jóvenes generaciones se base en la búsqueda de la verdad, en los valores espirituales y en la promoción del conocimiento”.
Ambas partes subrayaron la “necesidad de proseguir por el camino de un diálogo genuino y fructífero”.
Las actas de estos encuentros, que se celebran desde 1994, serán publicadas próximamente en inglés y parsi. El próximo encuentro tendrá lugar en Roma en 2012.
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